Cuidamos nuestros suelos implementando la siembra directa, rotación de cultivos, la fertilización variable y la agricultura de precisión, entre otras estrategias. Monitoreamos el impacto de nuestras actividades mediante análisis de nutrientes, de agua y muestreo de suelos.

Medimos nuestra huella de carbono y relevamos indicadores de alcance 1, 2 y 3 en todos los establecimientos, con el objetivo de implementar mejoras operacionales que permitan reducir la huella ambiental.

Gestionamos los residuos en los campos, mediante la separación y clasificación, según el caso. Cada tipo de residuo sigue un circuito y tiene un tratamiento adecuado hasta su disposición final.

Para disminuir el impacto ambiental, incorporamos la utilización de productos fitosanitarios de banda azul o verde.